EPSU convinced public sector workers will rise to the challenges of 2017

La defensa de los valores fundamentales y la entrega de servicios públicos de calidad a nuestras comunidades y personas en circunstancias difíciles, y a veces peligrosas, es lo que llevan a cabo los trabajadores del servicio público cada día de la semana. El nuevo año constituirá un reto para nuestros miembros ya que se continuará cuestionando el trabajo que éstos realizan, los recursos que merecen y la Europa que queremos. Juntos, en este nuevo año, podemos dar un giro a esta situación mediante el desafío de los dogmas del nacionalismo, la xenofobia y la austeridad que dañan a las personas trabajadoras. Nuestra primera batalla en 2017 será impedir que el Parlamento Europeo apruebe el acuerdo comercial entre la UE y Canadá (CETA). Habrá votaciones cruciales en el Parlamento Europeo sobre CETA, el 24 de enero y el primero de febrero.

Más adentrado el año, continuaremos con nuestra labor para convencer a los parlamentos, gobiernos y la Comisión de que TiSA no representa un acuerdo óptimo para los servicios públicos. Apreciamos vuestro continuo y firme apoyo en torno a que uno de los temas principales de la reunión del G20 de julio sea una agenda sobre comercio más equitativa y progresiva.

La reunión del G20 de este año estará presidida por Alemania, y tendrá como eslogan “la globalización tiene que beneficiar a todas las personas y no solo a los ricos”. Alemania ha introducido en la agenda del G20 la digitalización, la asistencia sanitaria y la igualdad, algo que es bueno. Sin embargo, el programa de política económica de Alemania para el G20 se centra en entornos financieros estables, un código para que persistan la austeridad y las reformas estructurales, que son calificadas como flexibilidad del mercado laboral, y que suponen trabajar más por unas pensiones más bajas.

Con 62 billonarios que poseen más de la mitad de la población mundial, claramente hay algo seriamente equivocado en relación con nuestro sistema económico. La agenda del G20 incluye la aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible para 2030 y el acuerdo sobre el cambio climático de París. Pero, ¿continuará el concepto de transición justa contando con el apoyo de las principales naciones industriales? De los países más contaminantes, Rusia no ha ratificado el acuerdo y parece ser que, por el momento, la Administración de Trump ignorará los numerosos signos del calentamiento global. Es una preocupación seria para las personas trabajadoras. Continuamos nuestra lucha a favor de la transición justa.  

Nuestro empeño por lograr un programa de política económica ha contribuido al desmoronamiento del apoyo a favor de las políticas de austeridad en la UE. En 2017, nos orientamos en torno a tres temas económicos clave. En primer lugar, continuaremos demandando a la Comisión Europea y los Estados miembros el cumplimiento de la promesa de un pilar esencial para los derechos sociales que restablezca la confianza en la UE y aporte beneficios reales para los trabajadores.

El Parlamento Europeo votará sobre ello en la segunda mitad de enero. Las propuestas incluyen una directiva marco sobre unas condiciones laborales dignas para todas las modalidades de empleo, salarios mínimos nacionales, capacidades garantizadas para todos, permiso retribuido para los padres, madres y cuidadores y financiación pública para las inversiones sociales.

En asociación con la CES, buscamos el fortalecimiento del dialogo social, la negociación colectiva y los derechos sindicales, la mejora de la protección social y el apoyo a unos servicios públicos sólidos dentro del pilar social. Gracias a todos los que habéis firmado la petición de apoyo a favor de nuestras demandas a finales del año pasado. La Comisión y el Consejo deben mostrar su compromiso al dialogo social conforme avanzan en torno al acuerdo sobre información y consulta, acordado por los interlocutores sociales en la Administración central en 2015.

Se espera que la Comisión publique en marzo sus propuestas para el pilar social. Este avance no solo tiene relevancia para los trabajadores de la UE, sino que enviará a las personas trabajadoras de los países candidatos y vecinos a la UE, como Georgia, Moldavia y Ucrania el mensaje de que la UE cuenta con un modelo social que está siendo desarrollado y promovido por las instituciones calve de la UE, y que podría convertirse en un comienzo directriz para muchos países en el mundo.   

La segunda cuestión clave es que queremos garantizar que el Pacto fiscal europeo no se incorpore en el Tratado o sea impulsado mediante otra legislación. Este año se evaluará su eficacia y se están produciendo debates en el Parlamento y el Consejo. La FSESP siempre ha rechazado el Pacto fiscal.

La tercera es centrarnos en torno a la campaña salarial de la CES y nuestra demanda de inversión pública en servicios públicos, alejando a la austeridad de la política económica de Europa. En muchos países y durante muchos años, los trabajadores de los servicios públicos han hecho frente a las congelaciones salariales. Es momento de cambiar esto, y permaneceremos junto a los sindicatos que luchen por ello. El Consejo de Europa votará en enero, en relación con esta cuestión, un informe en apoyo al dialogo social, la negociación y el derecho a la huelga. Refrenda la Carta social europea y los convenios de la OIT, y pretende que sus Estados miembros reestablezcan los derechos de negociación donde se hayan visto debilitados. Claramente, nos viene a la mente Turquía, y continuaremos apoyando a nuestras compañeras y compañeros turcos en su lucha contundente a favor del respeto a la democracia y los derechos sindicales. 

Existen otros muchos temas que figuran en nuestra agenda para 2017. Nuestra campaña a favor de la justicia fiscal, que exige que la Comisión y los Estados miembros aborden la elusión fiscal, está comenzando a tener repercusiones. Impulsaremos la incorporación de varias propuestas existentes de la Comisión para la transmisión de información desglosada por países. Esperamos avanzar en relación con la protección de los denunciantes a fin de que personas como Antoine Deltour, que dio origen al escándalo Luxleaks, no tengan que ir a juicio. Otra área de trabajo será obtener propuestas legislativas para abordar la continua brecha salarial de género. El Comité permanente se enfrenta a programas de trabajo completos que abordan las preocupaciones de nuestros miembros en los diferentes sectores y diálogos sociales.  

Continuaremos haciendo hincapié en la importancia de reclutar más trabajadores para nuestros sindicatos, y garantizando la participación de nuestros miembros y activistas. Esperamos, por ejemplo, respecto al Consejo regional paneuropeo CSI/CES, que sean más los organizadores formados. Se necesitan sindicatos fuertes para lograr resultados en la negociación colectiva e influir en las políticas gubernamentales en torno a, por ejemplo, la fiscalidad progresiva. Los aumentos salariales y la fiscalidad justa son formas certeras de abordar las crecientes desigualdades en nuestras sociedades que socavan la democracia y los valores humanos. 

Somos fuertes si actuamos juntos, ofrecemos esperanza y la posibilidad de otro mundo. Juntos podemos marcar la diferencia durante el año que viene, en cuanto a derechos de los trabajadores, salario y empleo dignos y a favor de unos servicios públicos de calidad. Espero poder trabajar con todos en este nuevo año. 

En solidaridad,

Jan Willem Goudriaan

Secretario general de la FSESP